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viernes, 11 de noviembre de 2011

KARAOKE NOSTALGICO

Por: Shigueru Sakuda

Que mejor manera de estrenar el karaoke, que con los amigos de siempre por lo que quedamos un domingo para hacerlo, ya que nadie se atreve a cantar sin estar debidamente “sazonados”, compramos cervezas para nosotros y cocteles para las chicas.
Empezamos la reunión charlando del trabajo, de los chicos, de la situación política en Perú, del precio del dólar hasta que el alcohol haciendo efecto en nuestras mentes,  nos indicaba que ya debíamos empezar a cantar.
Al ritmo de las canciones de Cristian, Enanitos Verdes, Los Prisioneros, la reunión se volvía cada vez más amena y con la muy movida música de “A quien le importa y Magdalena” ya estábamos bailando, claro que después de dos seguidas entre risas ya empezaban las quejas “como duele el cuerpo” decía uno “Hacer radio taisho en domingo también” añadía otro y otro más realista “ya no estamos para bailar esto”.
Aunque el cuerpo no ayudaba, las ganas de cantar si estaban y así seguían pasando las canciones hasta que alguien escogió “Momentos” canción que todos se sabían la letra por lo que todos comenzamos a entonarla y aunque no hacía falta ver la letra en la pantalla, la mirábamos porque el karaoke tal cual máquina del tiempo nos trasladaba a aquellas épocas juveniles en que solo teníamos que estudiar y divertirnos, reviviendo aquellos “momentos” cuando cantábamos esta canción y muchas otras en los campamentos a la playa , alrededor de una fogata con los amigos en las guitarras y los demás provistos de cancioneros… “Santa María” suspiraba uno, “León Dormido” decía otro “Gallardo” añadía yo, que eran las playas en donde solíamos hacer campamentos.
Comenzaron con el clásico “Te acuerdas de…” uno a uno contaron sus recuerdos como los restaurantes: “El Bosque” “El acuario” del parque de la reserva o cuando después de una fiesta iban al “Nilo” un restaurante de la victoria que nunca cerraba, cuando salíamos con la chica e íbamos a comer sándwich a “La Tejadita” en Barranco, jugar golfito y disfrutar de las deliciosas papas fritas del “El Rancho” ,la primera balada que bailaron como “El año del gato” “Herida de amor” y con anécdota como una amiga que contó que justo el chico que le gustaba la sacaba a bailar “El escape de la banda” y la balada duro poquito porque después se vuelve movida.
El primer beso y respondían: fue en el cine, en el parque y cuando estabas en lo mejor te venían a vender chicles, caramelos…en los arboles que estaban al final de la cancha de beisbol en el AELU, los quinceaños que invitaban a 50 y se aparecían como 200, los matrimonios en el Cultural, en los Chifas, tengo una anécdota que nunca voy a olvidar y es que un día mi papá me manda a un matrimonio  que lo habían invitado y quería que fuera a poner sobre, fui a regañadientes porque me malograba mi sábado de diversión y encima no conocía a nadie, en pleno baile estaba solo y aburrido así que le pregunte a una chica si quería bailar y acepto,  bailando me pregunta si era familia del novio y le conté mi triste historia que mi viejo me había mandado y no conocía a nadie, resulto que era familia con la novia y me presento a sus amigos y familia, terminado el matrimonio me invito a seguir la fiesta en una casa como se acostumbraba en esos tiempos, descubría a esa edad, que la verdad es más creíble que la mentira, y cada vez que llegaba una invitación a mi papá me ofrecía solícito a llevar el sobre.
Y entre canciones seguían los recuerdos: los locales de las fiestas como el Majestic, después el AELU, AFO, los conjuntos nikkeis como Fresa Nisei, RH, Arizona, Seventy seven, Serenade, Caramelo de menta, las discotecas de moda como: La Miel, Ebony, Las Rocas, el Karaoke del  Grand Castle en donde ya no solo escuchaba enka como en la casa, también las cantaba. Las películas de cine como Fiebre de sábado por la noche, Grease, Roller Boogie, en las fiestas se ponía de moda el baile bump bump o chocando las caderas con las canciones de Tina Charles como “I love to Love” “ Dance Little lady dance” y el famoso Bonito y suavecito.
En la radio escuchábamos “Lo que el mundo necesita es amor” de José Carlos Kovaz con su fondo musical “Amor de Fantasía” de los Pakines e Iván Márquez con su programa “Eva y Yo” donde le escribía hermosos versos a Eva
El Karaoke del tiempo ya había hecho su magia, bailamos gozamos, cantamos y nos divertíamos con un ánimo y actitud diferente, hasta los temas de conversación habían cambiado y se escuchaba: me gustaría abrir un restaurante y difundir la gastronomía peruana; quisiera escribir una novela con nuestras experiencias en esta migración a Japón; a mi me gustaría escribir poemas decía una chica, ya nadie le dolía nada ni se mencionaba la edad, al contrario hablaban de intereses, se atrevían a contar de sus sueños y anhelos por largo tiempo guardados y es que al menos ese domingo,  nos sentimos jóvenes.









Con la voz de Chiyo Akamine.

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