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martes, 7 de febrero de 2012

IDENTIDAD HEREDADA

Por. Shigueru Sakuda
Desde que tengo uso de razón, muchas cosas me han pasado digamos inadvertidamente y sin comprenderlo, claro... tampoco es que he querido descifrarlo o entenderlo, solo lo sentía, lo pasaba y punto.
Así es que desde colegio, que lo cursé en Nuestra Señora de Guadalupe Primer Colegio Nacional del Perú y me llevaba muy bien con mis compañeros, algunos de ellos de provincias y me contaban las maravillas de sus tierras, me recordaba a los abuelos que me contaban de su Okinawa, será por eso que siempre mis fines de semana las tenía que pasar en el AELU.
Es a través de mis amigos de colegio que comencé a agarrarle gustito a la música criolla y andina, pero también en mi casa podía escuchar tranquilamente la música enka, que a mi Oba (Abuela) le gustaba mucho.
Gustaba de leer “El Comercio” todos los días ya que a mi Papá le gustaba hacerlo, pero también leía “Peru Shimpo” la parte en español por mi Oyi (Abuelo) que lo compraba y aunque no entendía los jeroglíficos que ahí ponían en la parte japonesa, me contaba cosas que a él le gustaban o recordaba ya que era un profundo nacionalista, cuando se reunía con sus amigos okinawenses me llevaba y escuchaba de ellos sus nostalgias, como veía también cuando se ponían a bailar su danza típica.
Me encanta mucho la comida criolla pero el ceviche no lo pasaba tanto y mis familiares se preguntaban por qué no comía ceviche pero si el sashimi, que con el siyau de Perú me parecía una delicia.
Más se extrañaban cuando me veían comiendo kyuri con azúcar ya que mi Oba así me lo daba para acompañarla. También les ayudaba a rayar el pescado seco en esas cajitas que tenía una cuchilla en el medio de la tapa y aunque los escuchaba en sus conversaciones, no recuerdo de qué temas trataban.
Cuando llegue a Japón ya hace más de 20 años, nunca pensé que me iba a acostumbrar tan rápido, nunca pensé que iba a disfrutar las victorias de la selección de fútbol de Japón tanto como disfruto las de Perú, que la música Pop de Japón me gustara al punto que a mi hijo le puse Hideaki por Tokunaga Hideaki un cantante de maravillosa voz que estuvo muy de moda cuando llegue.
Cuando fui a Okinawa lo primero que pensé es que me sentía como en familia ya que los rasgos faciales son iguales a los de mis parientes, recuerdo que no podía identificar quien era peruano o japonés como en naichi pero también muy dentro de mí, sentía algo más, como si ya hubiese estado en esta hermosa isla. Cada sitio que visitaba lo sentía conocido y lo mejor era que desde el primer día me sentía muy cómodo, como estar en casa.
Ver un espectáculo de danzas Okinawense me remonto a mi infancia en que disfrutaba mirando a los abuelos y sus amigos bailar y se me humedecieron los ojos al recordar a quienes ya no estaban entre nosotros.
Hasta que en una cita con el Embajador del Perú en Japón en el año 2009 y le escucho a Janeth Miyashiro decir que los chicos peruanos, aquí en Japón tienen una identidad peruana heredada ya que los padres les enseñan a ser peruanos, es que comprendí el porqué sentía tanto, todo lo que he escrito líneas arriba.
Gracias: Oyi, Oba, por todas sus enseñanzas hechas en conversaciones y hechos cotidaneo y sin darme cuenta me heredaron la “Identidad Japonesa” y la de su preciada Okinawa, mi mejor herencia.
Actual Kokusai dori en Naha Foto: Wikipedia

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