Este post es uno de los mas difíciles de hacer desde que iniciamos esta aventura de escribir. Son tantas las ideas y recuerdos y a la vez es tanto el tiempo que tengo que tratar de describir en un espacio que no sea tan extenso, pues lo menos que quiero es aburrirlos con esta historia.
Empezare contándoles que esta es mi historia, historia que escribí día a día a lo largo de 14 años en la fabrica donde todos por la zona donde vivo la conocían como "La Toyota".
Esta Fabrica fue donde trabaje apenas llegado de Hamamatsu donde después de 1 año, decidimos probar suerte, pues en esos tiempos en Hamamatsu la municipalidad no quería dar el seguro de salud, pues decían que debíamos pedirle el seguro al contratista y en ese tiempo era impensable hablar del Shakai hoken. Con un niño pequeño, y al enterarnos que en Kanagawa la municipalidad si daba el seguro, decidimos venir, además de que un familiar nos animo, pues hablo con su contratista y nos garantizaban el trabajo.
Nos instalamos en las viviendas que la fabrica tenia para algunos de sus trabajadores, y empezó nuestra aventura.
Mi esposa casi se desmaya al ver lo descuidada que estaba la vivienda. Y fue ella quien poco a poco hizo de esas habitaciones un hogar, es decir, llegar del trabajo y encontrarse a gusto de estar, a pesar de lo reducido que podía esto parecer, aunque en estas tierras las habitaciones por regla general son pequeñas.
En el trabajo como en todo lugar habían jefes buenos y otros no tanto.
Pero uno de los cuales seria injusto dejar de mencionar era un jancho que manejaba el fork Lift (mas conocido como pato en Perú). Era un tipo alto, flaco y de mirar nervioso, en la fabrica le decían "la momia". La primera vez que lo vimos estaba como siempre en su Fork lift y estaba recorriendo la fabrica con cara de pocos amigos y siempre gritando y como agitado. Tiempo después me daría cuenta , que así fuera de mañana muy temprano despedía el inconfundible olor a licor.
Pasado el tiempo nos hicimos amigos (no íntimos) pero en mas de una oportunidad fue al shataku (vivienda de la fabrica) y el conversaba acerca del trabajo, y bromeaba con nosotros. En ese tiempo ya mi hijo tenia mas o menos 4 años.
Al pobre lo ascendieron pronto y no aguantó la presión del cargo. De estar a cargo de una línea y de manejar el montacargas tenia que hacerse cargo de planear toda la producción, y distribuir los trabajos.
Labor que hasta no hacia mucho tiempo la venia desempeñando el Sayocho. El era lo contrario del jancho. Un tipo muy bajito, de contextura media y con cara de gato, un gato muy pícaro, pues con los hombres tenia cara de pocos amigos y con las mujeres, era todo lo contrario. El era desde que ingresamos el jefe que todos respetaban y temían.
Al haber transcurrido su tiempo de servicio, pasaba al retiro y era este Jancho que antes mencione el supuesto indicado en reemplazarlo.
Después de casi un año en el puesto lo retiraron del mismo y paso a ser un trabajador mas, ya no un jefe y se convirtió poco a poco en un fantasma dentro de la fabrica.
Tiempo después nos enteraríamos que lo hallaron muerto dentro de su automóvil, cuadrado cerca de un parque.
Para ese entonces mi esposa ya no trabajaba en la misma fabrica conmigo y ya teníamos a nuestra querida hijita.
Los días transcurrían sin sobresaltos y la verdad que nos iba relativamente bien, en el trabajo los conocidos entraban y salían, de acuerdo a las necesidades de la fabrica, pero nosotros seguíamos allí, acumulando mas experiencia y también porque no?, haciéndonos de un espacio.
Otro Jancho que tampoco podría dejar de mencionar era uno que era muy buen tipo y con quien llegamos a entablar amistad. Era un hombre mayor ya, con unas cejas muy pronunciadas, pero que no aguantaba pulgas de nadie, así fuera el mismo gerente de la fabrica.
A el también no le gusto la forma en que la fabrica se estaba encaminando y un buen día de buenas a primeras presento su renuncia y se fue.
Hace aproximadamente 6 años creo, que una nube gris empezó a cernirse sobre nosotros. Decían en ese lejano tiempo que de repente la fabrica iba a cerrar.
Como siempre que uno escucha algo que no quiere oír, la reacción natural es negar el asunto, decir algo como:"No, nada que ver, como se te ocurre"
Y así seguíamos, viviendo y transcurriendo en Mi fabrica ( pues no se si se habran dado cuenta, el lugar donde nos desempeñamos lo tomamos como nuestro).
Para ese entonces ya nuestro primer contratista por motivos de edad había dejado la posta a otro contratista (pues pasamos de una mano a otra sin opción a elegir). Cabe aclarar que en esta fabrica solo habían dos contratistas grandes.
En ese tiempo , después de muchas luchas logramos que se nos dieran los descansos pagados, cosa que por desconocimiento del idioma y las leyes, no reclamábamos.
Desde hace 4 años esa nube gris del que les comente líneas arriba se hizo mas grande, pues veíamos gente que no conocíamos visitar a la fabrica y poco tiempo después vimos nuevamente como la fabrica se fusionaba, cambiaba de nombre y además por motivos de ley, pasábamos a ser contratados directos de la fabrica (un arreglo creo entre la fabrica y los contratistas que operaban aquí).
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Vino la crisis, los despidos masivos, muchos de nuestros amigos fueron sacados de sus puestos de trabajo, y quedamos poquísimos, contados solo con los dedos de la mano, tal y como lo contó nuestro amigo Teru en uno de sus post.
Y ya desde el año pasado empezaron a mandar algunos de nuestro jefes a la nueva planta en Miyagui y también ver llegar gente nueva que empezaba a practicar en las líneas ( a pesar de la crisis y era que estas personas eran empleados de las fabricas a las cuales se iban a llevar el trabajo) estaban aprendiendo todo el proceso por el cual pasaba una pieza en su elaboración.
Poco a poco y día a día las líneas y por ende el trabajo fue desapareciendo. Poco a poco, día a día tenias que entender que si bien en un primer momento lo negaste y luego sentiste mucha ira, ya a estas alturas del partido solo te quedaba aceptar y seguir...seguir maltrecho pero seguir, pues como dijo alguien por allí: En nihon nadie es indispensable, a esto yo acotaría mas bien : en Japón la mano de obra extranjera es descartable.
Poco a poco era sentir que tu fabrica se la estaban levantando de a pocos y tu no podías hacer nada, poco a poco te ibas quedando sin trabajo.
Tanto es así que bromeábamos, que si nos descuidábamos, unos de estos días se iban a llevar las sillas en las que estábamos sentados con nosotros incluidos, e íbamos a aparecer en Miyagui.
Primero se fueron llevando las líneas de robots que para ese tiempo la producción estaba alta y era donde mayor cantidad de gente se empleaba. Luego le siguió una línea de soldadura y desde finales de año y comienzos del mismo empezaron por llevarse las líneas de prensa.
Si comparáramos la fabrica con un ser vivo, diría que mi fabrica , no solo esta enferma y sin cura, esta mucho peor….casi muerta diría yo.
Al llevarse las prensas y habiéndose terminado la producción adelantada, solo quedaba desarmar las prensas grandes, de la ultima línea.
Al ingresar uno puede apreciar , varios espacios vacíos, pero lo que mas llama la atención ahora, es el silencio que hay, casi como si no hubiera nadie.
Este post lo inicie antes de que ocurriera el tragico terremoto del día 11 de marzo, y lo que se suponía que sucedería es que solo trabajaríamos hasta el 31 de dicho mes, pero luego de los últimos incidentes ocurridos, las cosas se prolongaron un poco mas , razón por la cual hoy 29 de abril día en que escribo estas líneas aun estoy empleado por la fabrica y lo voy a seguir estando un mes mas arreglando las cosas y piezas que hemos movilizado de el local donde trabaje siempre hacia un deposito.
Ya en este punto como habrán podido percatarse, la fabrica estaba como para jugar un partido de fulbito. Lo que no voy a negar que me sorprendió, fue la rapidez con que trabajaron la personas encargadas de desmantelar la fabrica, definitivamente profesionales en lo que hacían, haciendo uso de un despliegue de gran maquinaria pesada como la que les muestro a continuación
En el tiempo que inicie este post mencione que era uno de los mas difíciles, pero aun no vivíamos los incidentes del día 11 de marzo, mi gran tragedia era que no iba a tener trabajo, el tiempo me demostraría que las cosas pasan y uno aprende a sobreponerse a estas.
Al día de hoy puedo completar este post que tanto tiempo y esfuerzo costo, con la plena seguridad que cada final también significa un nuevo comienzo, y una oportunidad de seguir experimentando y creciendo en esta aventura que significa vivir.
Gracias por presentarme también tu trabajo y la una de las maneras en las que nos presentas otras realidades sociales.
ResponderEliminarTe envió un fuerte abrazo.
Te pondré en mi blog para que también te puedan seguir otros amigos.
Un abrazote.
Isabel
Muchas gracias Isabel, de igual forma espero nos permitas compartir el interesante trabajo que realizas en España, y espero sigas visitandonos. Un abrazo a la distancia!
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