Translate

lunes, 2 de mayo de 2011

Un grupo de Voluntarios fue a ayudar a la zona devastada por el terremoto en Japón y nos cuentan su experiencia

Fukushima 

Escrito por voluntarios miembros de la Iglesia Cristiana Templo Sinaí de Aikawa.
(Japón Latino agradece la colaboración)

Como sabrán algunos, el viernes 29 de Abril partí muy temprano a la ciudad de Iwaki, localizada en la prefectura de Fukushima, con un grupo de la iglesia a la cual asisto. El viaje duró más de 4 horas (sobre todo por la congestión en la Kosokudoro (Autopista) de Tokyo) y permanecimos por dos días. Nuestro viaje fue para llevar toda la donación recolectada (entre ropa, medicina, artículos de limpieza y comida) pero principalmente para ayudar, colaborar y cooperar con nuestro trabajo y apoyo.

Pudimos visitar a los damnificados que fueron ubicados en el gimnasio de un centro cultural. Tan sólo poseían un futón( Colchón) por persona, frazadas y tatamis (esterillas para evitar el frío del piso). Todos los días esperan a que se les lleve comida y un poco de ropa. En su mayoría lo han perdido todo, pero menos la esperanza de volver a salir adelante. Todos estaban muy agradecidos por la presencia de los voluntarios que llevan un toque de alegría en medio de la adversidad que se vive.

En nuestro último día fuimos a una ciudad costera en donde recién se estaban iniciando las obras de limpieza. Divididos en dos grupos tan sólo pudimos limpiar el interior de una casa (sacar la arena con mangueras y escobillones y luego sacar el agua con baldes y esponjas) y sacar arena de las calles con palas y lampas. El trabajo fue duro e intenso, pero la mejor retribución fueron los rostros de agradecimiento de los japoneses, quienes también se acercaron para ayudarnos a pesar de su avanzada edad y otros traían latitas de café y onigiris para ofrecérnoslo.

Gracias a Dios, quien toca los corazones de personas bondadosas y generosas, cada día llegan más donaciones a los lugares autorizados por el gobierno. Pero también llegan decenas de personas deseosas de poner el hombro, fue una satisfacción grande ver peruanos, brasileros, británicos, americanos, hindúes, koreanos y japoneses todos juntos y unidos por una sola causa y ayudándonos mutuamente, y ayudar a levantar lo que se ha destruido. Las ciudades perjudicadas por el tsunami no se levantarán por sí solas ni por arte de magia, se requiere de  la ayuda mutua, desinteresada y sacrificada de todos nosotros.


Planeamos una segunda visita más prolongada, aún hay muchas calles que limpiar, casas que levantar y personas que consolar.

Doy miles de gracias a las personas que enviaron sus donaciones con prontitud y diligencia. Dios recompense todo el esfuerzo que hicieron.

No hay comentarios:

Publicar un comentario