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viernes, 3 de diciembre de 2010

EL SUSHI CAKE

POR TERU
Hace unos días fue el cumpleaños de una amiga, como es ya costumbre mía y de muchos usuarios saludar a todos los contactos del Facebook, la felicité en su muro. Ella es mi amiga de hace muchos años es una Argentina Nikkei, casada con un Japonés. Lo curioso fue a los días cuando me devolvió el saludo agradecida y llenas de bendiciones, observé la foto de su perfil, era una torta de arroz, tiene la forma de una torta clásica hecha de harina, leche y huevos pero no tiene esos ingredientes (me dejo explicar), esta era una torta de arroz muy original que estaba decorada con algas, tortillas de huevo en tiras, pescado crudo (sashimi), Langostas y otros ingredientes incluidas las velitas era una torta muy exótica era como lo nombró ella: "un Sushi Cake".

Al contemplar aquella torta pasó por mi mente las historias de los abuelos cuando fueron al Perú, cuando agarraron sus chivas y se marcharon a un país totalmente diferente del que los vio nacer, a sus costumbres, su idioma y sus credos. Al tiempo aprendieron el idioma, muchos de ellos dejaron las tierras de cultivo y comenzaron a hacer negocios, se casaron y tuvieron hijos. La gran mayoría de ellos jamás regresó a Japón. Se quedaron y con el tiempo mezclaron sus costumbres, sus credos, hasta su alimentación tanto así que tuvieron mucho éxito con la comida peruana, los antiguos (así yo los llamo) le dieron un sabor nuevo a la comida criolla peruana, fusionó con los ajos y cebollas quedando perfecta, como dicen muchos turistas cuando comen el cebiche:" Un manjar de los Dioses", no olvidarse del tiradito y el pan con chicharrón con sabor oriental y muchos más, que contribuyeron a la gran variedad de potajes innumerables que existen hoy en el Perú y que están recién hoy exportándose gracias a un gran ser humano que es Gastón Acurio.

Pasó también por mi mente el tema sobre la identidad cuando observaba la foto de la Torta de arroz de mi amiga, una torta desde luego es 100% occidental pero los ingredientes eran totalmente diferentes eran 100% oriental y me di cuenta que esa torta conmigo tenía mucho en común, esa era mi verdadera identidad no soy ni lo uno ni lo otro, soy ambas. No puedo ser 100% peruano por mi raza y tampoco puedo ser 100% Japonés por mi forma de pensar y las costumbres que he adoptado al nacer y crecer en el Perú, soy una fusión de ambas culturas, soy y no soy eso es lo que soy y siempre lo seré y es lo que siempre muchos de nosotros los Nikkei, no solamente peruanos sino de todos los países, siempre nos hemos preguntado alguna vez y en aquella noche observando una imagen de una torta de arroz descubrí quien era realmente.


En esta ocasión era el ingenio de mi amiga la que me hizo pensar, llegue a una profunda meditación y llegue a una conclusión en la que esta vez se invertían los papeles, ahora nos llegó la hora de fusionar acá en Japón, pensé, de todo lo aprendido en el país que acogió a nuestros ancestros y que nos adapto como suyos y que nos sentimos orgullosos de serlo, ahora nos llegó el momento de contribuir a la mistura culinaria, racial y cultural en este archipiélago en la que muchos de nuestros hijos se sienten hoy identificados y que por otro lado anhelan conocer la tierra de donde vinieron sus padres por las historias que les cuentan, por los sabores de su comida y por la calidez en como educamos y cuidamos de ellos; y ellos serán los voceros de nosotros cuando no estemos más en la tierra y no solo eso sino se mezclaran con los japoneses y habrá nuevamente otra fusión.


Así como nosotros transmitimos alguna vez nuestras raíces, solo por ser lo que somos, algún día nuestros hijos igual transmitirán y sus actos hablaran por sí mismas; Así como yo observaba la imagen, muchos los observaran y percibirán en la que en su formación y en sus comidas nos contarán como fuimos y de donde vinimos.

Un abrazo para todos ustedes. Teru
El sushi cake.

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