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sábado, 11 de diciembre de 2010

EL ULTIMO BESO

Por: Teru
Hace unos días me presentaron a una Señora, ella desde luego peruana al igual que el que les escribe, no sabía cómo saludarla con reverencia japonesa o con un beso en la mejilla. No sabía cuál de las dos opciones estaría bien para la ocasión, porque quizás no se si ella no acostumbra a besar en las mejillas o solo hacer una reverencia, no lo sé, en fin, me sentí incomodo, más que seguro ella se sintió igual (me lo imagino) y no es la primera ni la última vez que me pasan estos titubeantes episodios.

Recuerdo que en mi paso de niño a adolescente me costó trabajo besar a las niñas de mi edad, acostumbrarme fue muy traumático sobretodo porque era muy tímido (todavía me considero), besar no estaba en mis planes en el mundo de niño en que vivía, poco a poco mis amigas me obligaron prácticamente a ser más suelto, que si no las saludaba con un beso parecía un animalito, cualquier cosa menos un hombrecito, aprendí de ellas ser el prototipo de hombre ideal, un ser cordial y ser un caballero (tanto así que mi mujer esta agradecida con ellas, pero este no es el caso), que en el saludo uno demuestra una buena educación, un ser amigable y atento.

Ahora pienso que todo lo aprendido, lo que tanto me costó conseguir, tanto para mí y tanto para los que se piensan quedar en Japón perderán esta costumbre y si no somos nosotros serán nuestros hijos, tampoco digo que está mal, para nada, es solo un uso, es solo una etiqueta y que para nada es parte de lo que realmente somos por dentro, es solo una formalidad que nos identifica como sangre caliente, cursis para unos, portadores de enfermedades para otros y románticos para el resto del mundo.

Si lo vemos en retrospectiva imagínense a un japonés vestido de samurái hace cien años llegando a tierras Cariocas y encontrarse en medio del Carnaval de Rio, observando mujeres casi desnudas bailando al son de la música, moviendo todas las parte tentadoras de su cuerpo y con una sonrisa, repartiendo besos al aire para todos y que te invita a seguir mirando la mercancía, ya me imagino esa expresión en la cara diciendo:"NANI KOREEE???" "SUGOIII", al tiempo adaptarse a esas costumbres, se olvido de su saludo reverente, saludando con besos, abrazos y apretones de manos a diestra y siniestra a toda una cultura diferente, llena de contactos físicos, un pueblo alegre, llena de fiestas, de gente caliente que lo es Brasil. Está claro que le costó (no lo sé) adaptarse e involucrarse con este tipo de prácticas, al igual que yo en mi paso de niño a adolescente. 

Tenemos tanto tiempo en Japón que estamos perdiendo esta, no sé si buena o mala, costumbre, solo damos besos dentro del seno familiar o dentro de nuestro pequeño entorno. Afuera hemos perdido el saludo con un beso al sexo opuesto, la hemos canjeado por el saludo con reverencia al estilo japonés, sin darnos cuenta, sin siquiera notarlo, claro está que no perdemos la identidad, pero hemos sustituido (espero solo) el saludo con un beso.

Un beso y un abrazo para todos 
                       Teru

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