Por: Sony
Por fin domingo!!! Hay que preparar las cosas rápido.
-Mama ya están listas las cosas que vamos a llevar?
-Ya falta poco Por qué?
-Es que ya es tarde, y ya debe estar llegando mi padrino,
-Uhmm... Y también Marcela no?
-Hay mama tu también me vas a estar fastidiando con ella? Es solo mi amiga Ok?
-Ya hijo, no te molestes tanto, es solo una broma...
-Ya mama apúrate! Son las 8 y la semana pasada llegaron a esta hora.
Toc Toc Toc, ya vez te dije. Ya llegaron.
Los latidos de mi corazón se aceleran, las manos me sudan. Siento tantas cosas juntas y no sé cómo reaccionar.
Voy a la puerta y la abro de un solo tirón esperando verla...Oh decepción. Es el espeso de mi primo que también va a ir con nosotros a la playa. Y lo más seguro va a molestar también. Todo porque tiene 16 años y yo solo 11.
Estoy tan nervioso que no puedo estar quieto. Voy de un lado a otro y el tiempo pasa a una lentitud pasmosa. Son las 8 y 15, son solo 15 minutos que han transcurrido y me parecen una eternidad.
Y es que desde que la vi, todo el resto desapareció para mí, quede paralizado y no supe que decir o hacer. Ella me miraba risueña, con esos ojos tan vivaces y de ensueño.
Se acerco a mí y me dijo:
-Hola soy Marcela, mi Tío me dijo que yo también podía ir a la playa....
-¿Como te llamas?
-¿Yo?
-Sonriendo asiente y me dice:
- Si, tu.
-Ah, perdón, Jorge. Me llamo Jorge, pero todos me dicen Koki.
Desde ese momento mi vida se dividió en un antes y después de conocerla. Todo el resto dejo de tener importancia, no me di cuenta ni como paso. De un momento a otro no había nada que me emocionara tanto que estar cerca a ella. El sonido de la puerta me despierta de mi ensueño. Voy a la puerta y si! Es ella (bueno ellos), a mí solo me importa ella.
-Ya vamos rápido que se hace tarde, hay que aprovechar el tiempo, -dice mi padrino.
Subimos las cosas y vamos rumbo a Punta Hermosa. El tiempo pasa volando dentro de la vieja camioneta Volkswagen, a pesar que la playa no esta tan cerca. Y es que estoy sentado a su lado y el solo aroma de su largo cabello y el leve contacto de su piel me transporta a otro planeta.
Bajamos corriendo, ella va por delante y ayudamos a descargar las cosas. Terminamos pronto y Kenji el pesado de mi primo empieza con la cantaleta de siempre.
-Ah! Koki está con su enamorada!
Todos ríen por la estupidez que dice.
Yo siento que la cara empieza a quemarme y quiero que la tierra se abra y me trague para así poder desaparecer, pero como es obvio no sucede nada. En ese momento Marcela me toma de la mano y me jala a caminar.
Mientras vamos caminando me dice:
-No les hagas caso, no te molestes. A mí no me molesta.
Yo asiento con la cabeza, pues tengo la boca reseca y no puedo articular palabra alguna. Estoy mudo y es que me tiene cogido de la mano y es lo único que quiero sentir en este mundo. Seguir así aunque pase todo el tiempo del mundo.
Llega el final de la tarde y debemos regresar. Un sentimiento de inquietud y desolación me está desbordando, y es que ella se va y deberé esperar otra larguísima semana para volver a verla.
Pero estoy decidido. La otra semana le voy a decir lo que siento por ella.
Pero ¿y si me dice que no?
No, eso no puede ser. Y es que ya llevo todo este verano tratando de juntar el valor necesario para decirle que la amo y es la única persona que puede provocar los sentimientos que nunca había sentido y no sabía podía llegar a experimentar.
Pero este fin de semana es el definitivo. Pase lo que pase.
Hasta que llego el fin de semana y ella nunca llego más...
Mi padrino salió de viaje y yo me quede sin Marcela.
Ese fue mi último verano...junto a ella.
Por fin domingo!!! Hay que preparar las cosas rápido.
-Mama ya están listas las cosas que vamos a llevar?
-Ya falta poco Por qué?
-Es que ya es tarde, y ya debe estar llegando mi padrino,
-Uhmm... Y también Marcela no?
-Hay mama tu también me vas a estar fastidiando con ella? Es solo mi amiga Ok?
-Ya hijo, no te molestes tanto, es solo una broma...
-Ya mama apúrate! Son las 8 y la semana pasada llegaron a esta hora.
Toc Toc Toc, ya vez te dije. Ya llegaron.
Los latidos de mi corazón se aceleran, las manos me sudan. Siento tantas cosas juntas y no sé cómo reaccionar.
Voy a la puerta y la abro de un solo tirón esperando verla...Oh decepción. Es el espeso de mi primo que también va a ir con nosotros a la playa. Y lo más seguro va a molestar también. Todo porque tiene 16 años y yo solo 11.
Estoy tan nervioso que no puedo estar quieto. Voy de un lado a otro y el tiempo pasa a una lentitud pasmosa. Son las 8 y 15, son solo 15 minutos que han transcurrido y me parecen una eternidad.
Y es que desde que la vi, todo el resto desapareció para mí, quede paralizado y no supe que decir o hacer. Ella me miraba risueña, con esos ojos tan vivaces y de ensueño.
Se acerco a mí y me dijo:
-Hola soy Marcela, mi Tío me dijo que yo también podía ir a la playa....
-¿Como te llamas?
-¿Yo?
-Sonriendo asiente y me dice:
- Si, tu.
-Ah, perdón, Jorge. Me llamo Jorge, pero todos me dicen Koki.
Desde ese momento mi vida se dividió en un antes y después de conocerla. Todo el resto dejo de tener importancia, no me di cuenta ni como paso. De un momento a otro no había nada que me emocionara tanto que estar cerca a ella. El sonido de la puerta me despierta de mi ensueño. Voy a la puerta y si! Es ella (bueno ellos), a mí solo me importa ella.
-Ya vamos rápido que se hace tarde, hay que aprovechar el tiempo, -dice mi padrino.
Subimos las cosas y vamos rumbo a Punta Hermosa. El tiempo pasa volando dentro de la vieja camioneta Volkswagen, a pesar que la playa no esta tan cerca. Y es que estoy sentado a su lado y el solo aroma de su largo cabello y el leve contacto de su piel me transporta a otro planeta.
Bajamos corriendo, ella va por delante y ayudamos a descargar las cosas. Terminamos pronto y Kenji el pesado de mi primo empieza con la cantaleta de siempre.
-Ah! Koki está con su enamorada!
Todos ríen por la estupidez que dice.
Yo siento que la cara empieza a quemarme y quiero que la tierra se abra y me trague para así poder desaparecer, pero como es obvio no sucede nada. En ese momento Marcela me toma de la mano y me jala a caminar.
Mientras vamos caminando me dice:
-No les hagas caso, no te molestes. A mí no me molesta.
Yo asiento con la cabeza, pues tengo la boca reseca y no puedo articular palabra alguna. Estoy mudo y es que me tiene cogido de la mano y es lo único que quiero sentir en este mundo. Seguir así aunque pase todo el tiempo del mundo.
Llega el final de la tarde y debemos regresar. Un sentimiento de inquietud y desolación me está desbordando, y es que ella se va y deberé esperar otra larguísima semana para volver a verla.
Pero estoy decidido. La otra semana le voy a decir lo que siento por ella.
Pero ¿y si me dice que no?
No, eso no puede ser. Y es que ya llevo todo este verano tratando de juntar el valor necesario para decirle que la amo y es la única persona que puede provocar los sentimientos que nunca había sentido y no sabía podía llegar a experimentar.
Pero este fin de semana es el definitivo. Pase lo que pase.
Hasta que llego el fin de semana y ella nunca llego más...
Mi padrino salió de viaje y yo me quede sin Marcela.
Ese fue mi último verano...junto a ella.
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