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viernes, 3 de diciembre de 2010

MI VIDA ES UNA FABRICA

Por: Shisa

Soy del grupo que llego a trabajar por solo tres años y ya tengo más de 20 años trabajando en fabricas del Japón siendo testigo de cómo los latinos no solo trabajamos sino que contribuimos en muchos casos a mejorar los sistemas de trabajo y en otros a que los jefes pudieran hacerlo y es que siendo extranjeros y saber poco el idioma nos toco marcar la diferencia con nuestro trabajo para mantenernos en nuestros puestos.
Un ejemplo que me contaron fue el de un japonés que tenía que pintar una raya de pegamento en un sitio alto como 300 veces al día y para esto tenía que traer un taburete de metal pesado, subirse en ella pintar la raya y llevárselo de vuelta, hasta que entro un peruano y al verlo le dijo que porque no le pone un palo a la brocha como una extensión y así no tenia que cargar mas el taburete, el japonés se sorprendió con la idea y contó que llevaba años haciendo lo mismo y nunca se le había ocurrido esto.
Es también sabido como los latinos han aumentado la producción ya sea cambiando la secuencia como los lugares de las piezas adaptándolos a su habilidad lo que ha permitido a los jefes a cambiar los sistemas a su antojo, cuántas veces hemos visto que cuando un latino renuncia tienen que poner a dos japoneses a hacer su trabajo.
Por supuesto los latinos no solo trajeron su habilidad también  sus ideas y costumbres y cada uno con una forma de pensar diferente como son los tacaños por ejemplo que no gastan en nada con la idea de hacerlo en su país, los chismosos ya que cada fabrica es como un barrio pequeño y se saben hasta que chica es la que se acuesta con el jefe, una vez ya todos sabíamos que una latina estaba con un jefe japonés hasta que después llego su esposo, por supuesto al pobre tipo lo fastidiaban preguntándole como hacía para ponerse el casco y el que pensaba que el casco tenía algo raro sin imaginarse que era por los cachos.
Otros son los presumidos, había uno que presumía que su carro estaba full equipado para hacer drifting o dorifuto y siempre andaba contando lo mismo y cuanto se había gastado que en si era un platal hasta que otro le pregunto y en donde haces dorifuto y no supo que responderle ya que no corría, desde ahí no volvió a hablar más de su carro, otro también presumía que hacia lo que quería con su esposa y la trataba como le daba la gana porque él se sentía todo un machazo  y que tenia plata porque estaba comprando propiedades y cuando regrese a su país iba a vivir de las rentas que estas generen, pasado un tiempo nos enteramos que él estaba misio ya que quien compraba las propiedades era su esposa y la susodicha lo que no le decía era que las compraba a nombre de familiares por lo que no solo se divorcio sino que lo dejo en la calle.
Siguiendo con este tema están los estafados y es que un peruano contaba cómo le mandaba plata a su pareja en su ciudad ya que le propuso comprar un terreno y construir una casa incluso le mandaba fotos de los hijos que a medida que iban creciendo la construcción iba avanzando, la verdad fue que la chica se tomaba las fotos en una obra que había visto y se gasto todo lo que este peruano le mandaba, otro caso es el de uno que mando un camión para que su familia lo trabaje y sus familiares le decían que el camión no daba y que mande plata para los arreglos y mantenimiento del camión, no fue hasta que regreso a su país y se dio con la sorpresa que su camión hacía varios años que lo habían vendido.
Todos los relatos son ficticios, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia por lo que no se sienta aludido.

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